martes, 20 de julio de 2010

POESÍA A LA DOLOROSA


¡Qué espada de dolor, Virgen María,
mirar a Dios, tu hijo, maltratado,
el verlo con la cruz desamparado!
¡Qué luz de sufrimiento en negro día!


¿Se quebró por valor tu sintonía?
¿Se quebró por temor tu fe y tu calma?
¿Acaso fue la cruz o bien su alma
sangrante del dolor que en ella había?



¡Qué diálogo sin voz, qué mudo llanto
gimió entre las tinieblas del encuentro:
torrente de emoción, fúnebre planto!



Tu fuerza inmaculada, desde dentro,
roció de firme fe tu triste manto,
creyendo en tu Jesús, aun siendo muerto.



Blanca María Alonso Rodríguez

domingo, 18 de julio de 2010

ORACIÓN A JESÚS NAZARENO



¡Dulcísimo Jesús Nazareno, Dios y Redentor mío, que llevando sobre tus hombros la cruz, caminas al Calvario para ser en ella clavado! Yo pobre pecador soy la causa de tu Pasión dolorosísima. Te alabo y te doy gracias, porque como manso cordero recibiste sobre tus hombros el madero de tu suplicio, para expiar en él mis pecados y los del mundo entero. Perdóname, ¡oh buen Jesús! Reconozco mis culpas y tu bondad inmensa al borrarlas con tu preciosa Sangre. Te amo sobre todas las cosas y prometo serte fiel hasta la muerte. Sosténme, oh buen Jesús, con tu gracia y condúceme por el camino de tus mandamientos a tu reino celestial. Así sea.